CRÓNICA: RETRATOS A CARBONCILLO
- Ecu Arte
- 7 ago 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 14 ago 2019
RETRATOS A CARBONCILLO, UN LEGADO FAMILIAR
El sábado pasado hacia un sol intenso, digno de Guayaquil, por lo que no sabía si cubrir la nota que me hacía falta para culminar la semana. Me encontraba en el dilema de responsabilidad versus bienestar, lo pensé cerca de toda la mañana; lo hable con mi subconsciente y al ir pasando el día, note que el tiempo se me iba de las manos por lo que decidí valientemente salir a realizar mi labor periodística.
Tras más de una hora de viaje en el metro, llegue a mi destino, el malecón 2000. Un lugar que acoge a un gran número de trabajadores que demuestran sus destrezas artísticas. Caminé cerca de 1 kilómetro en busca de un acontecimiento importante y diferente para mi nota, no lograba tomar una decisión por lo que decidí descansar unos momentos y mientras tomaba agua helada se me ocurrió acercarme a observar como retrataban el rostro angelical de una niña.
¡Esto es lo que necesito!, decía dentro de mí, observe todo el procedimiento mientras conversaba con el artífice matando todas mis curiosidades.
Retratar en carboncillo es una de las labores con más dedicación y que nunca pasara de moda. Para retratar debes estar lleno de virtudes, paciencia, esfuerzo y constancia es lo primordial para don Edgar Cañizares, artista que realiza esta labor desde hace más de ocho años, en este mismo establecimiento.
“Descubrí mi pasión desde que estudiaba en el colegio, sabía que era bueno para esto; lo llevo en la sangre”. Mi padre era un pintor, motivación e inspiración para que no dudé ni un segundo en trabajar en lo que me hace feliz. Las personas creen que retratar es sencillo, pero se requiere de amor a la profesión para dar lo mejor en los trabajos, ya que esto se vea plasmado en la calidad de la obra. En mis tiempos libres practico nuevos diseños, porque como todo avanza debo estar a la vanguardia y al mismo tiempo logra perfeccionar mi técnica.
Al nacer mi primer hijo sentí la necesidad de buscar otro tipo de empleo para tener otro ingreso económico, ya que no tenía un sueldo fijo para mantener a mi familia. A veces solo hace dos retratos al día y eso no es lo necesario para mantenerlos. Con esa insuficiencia fue que se dio mi negocio propio, mi propia galería de arte ubicado en la Chala, barrio donde he vivido toma mi vida. Desde los 20 años llevo pintando a carboncillo y elaborando cuadros de oleo. La oportunidad de retratar en el malecón 2000 fue brindada por parte del ex alcalde Jaime Nebot que me permite laborar sin ningún costo, dándome la oportunidad de promocionar el arte y culturizar a las personas.
Fueron cerca de dos horas que puede compartir con este artista Guayaquileño, percibiendo sus escaseces y sintiendo la entrega que él le incorpora a cada uno de sus diseños.
Es sensacional, notar como un padre se sacrifica por darle lo mejor a sus hijos, este es el caso de don Edgar, que gracias a sus niños se llenó de valentía para forjar su propio negocio y su vez laborar sin descanso en el malecón, de sol a sol y trabajando cerca de 12 horas diarias al día. Sin desmayar por sus sueños, sin darse por vencido y queriendo cambiar la mentalidad de las personas por medio de la cultura y el arte que para él es lo que mueve el mundo.

Realizo cuadros en holeo, 8 al dia, es mi profesión.
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